El monóxido de carbono es un gas altamente tóxico que no tiene olor. La doctora Marcela Smurra nos cuenta en qué consiste.
El monóxido de carbono (CO) es un gas que se produce por la combustión incompleta del
carbón o de cualquier material que contenga carbono. Al ser un gas incoloro, inodoro y no irritante, no puede ser percibido por la persona expuesta, lo que lo vuelve una sustancia muy peligrosa.
En casi todos los ambientes hay exposición a monóxido de carbono, en distintas medidas,
y es importante conocer qué produce y qué medidas podemos tomar para evitar la intoxicación por este gas.
¿Cómo ocurre la intoxicación por CO?
Todos los artefactos que funcionen a combustión, como estufas, calderas, termotanques, calefones, cocinas, braseros, salamandras y hornos a gas o leña, pueden generar monóxido de carbono si la combustión es incompleta.
Muchos artefactos utilizan un sistema de tiraje para enviar los gases al exterior, por ese motivo es muy importante no alterar la salida al exterior de estufas, salamandras, termotanques, calefones, etc.
¿Qué síntomas presenta?
Las primeras manifestaciones observables en la intoxicación por CO consisten en síntomas: cefalea intensa persistente, náuseas y vómitos, mareos. Si la intoxicación se prolonga en el tiempo aparecen trastornos de la visión, disnea, astenia, fatiga a los mínimos esfuerzos, dolor de pecho, isquemia coronaria, arritmias cardíacas, frecuentemente taquicardia, hipotensión arterial, alteración del estado de conciencia y marcada debilidad muscular, imposibilitando al intoxicado abandonar el ambiente contaminado.
En las intoxicaciones severas se pueden presentar convulsiones, depresión del estado de conciencia hasta coma, e hiperreflexia. Este cuadro severo puede evolucionar a la muerte, la mayoría de las veces causada por paro cardiorrespiratorio
¿Cómo prevenir una intoxicación?
Algunas medidas de prevención sencillas te pueden salvar la vida:
- Calefaccioná adecuadamente. Si usás estufas en la habitación, que sean de tiro balanceado. No uses braseros ni estufas de kerosene, especialmente a la hora de dormir. En caso de usar brasero o estufa de kerosene en algún lugar de la casa, asegurate de apagarlos al aire libre y no volver a ingresarlos a la casa. No uses el horno o las hornallas para calefaccionar la casa.
- Chequeá tus artefactos. Hacé revisar todos los artefactos a gas por un gasista matriculado para asegurarte de que no tengan ningún defecto. Siempre asegurate de que la llama sea azul: la llama naranja indica una combustión incompleta.
- Ventilá. No tapes las rejillas de ventilación. El CO se propaga rápidamente en ambientes cerrados, con lo cual ventilar adecuadamente e incluso dejar una ventana abierta –apenas cinco centímetros– puede evitar la intoxicación.
- Detectá. Existe en el mercado una gran variedad de detectores de monóxido de carbono que se activan y hacen sonar una alarma cuando los niveles de CO en el ambiente comienzan a subir. Hay de todos los precios y variedades, y pueden darte la señal de alarma para que abras las ventanas y hagas revisar tus artefactos.
Este invierno dormí seguro. Prevení una intoxicación por monóxido de carbono.