En la Semana de la Lactancia Materna, este año el lema es: “Apoyo a la lactancia materna en todas las situaciones.”

La leche materna es la mejor manera de aportar al bebé recién nacido todos los nutrientes necesarios para un crecimiento saludable. Además, está comprobado que ayuda a prevenir enfermedades y combatir infecciones.

Todos los estudios actuales apuntan a la importancia de la lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de vida, y a la continuación de la lactancia a medida que se incorpora la alimentación complementaria hasta por lo menos los dos años.

Y es importante remarcar que la lactancia materna exclusiva es, entre otras cosas, una cuestión de salud pública. Según la OMS, los bebés que toman leche materna de manera exclusiva hasta los seis meses de edad, y que la toman de manera complementaria hasta los dos años, tienen menos riesgo de contraer:

• infecciones gastrointestinales y respiratorias;
• diabetes;
• obesidad;
• alergias;
• distintos tipos de cáncer infantil;
• hipertensión;
• colesterol alto.

La lactancia materna también puede contribuir a prevenir la infección por Covid-19, la influenza y otro tipo de enfermedades estacionales.  Además, crea una fuente de seguridad y tranquilidad para el bebé que lo ayuda a transitar momentos de angustia y estrés, minimizan el dolor y regulan el ritmo cardíaco.

Por todos sus beneficios, es importante que la sociedad entera se comprometa a favorecer la lactancia materna. Generar tiempos y espacios seguros y tranquilos para que la madre pueda amamantar a su bebé, ofrecer ayuda a la madre en sus tareas para que pueda dedicar más tiempo a la lactancia y respetar sus tiempos son maneras en las que todos podemos fomentar la lactancia materna.

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El compromiso de todos puede ayudar a tener infancias más felices y saludables.

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